domingo, 22 de junio de 2008

Y pasan los días y seguimos en lo mismo

Como era de esperarse, Uruguay terminó con la pesadilla de miles de idiotas peruanos que creimos que podiamos clasificar a un mundial. Y desde ese momento miles de expértos, desde aguateros hasta disque entrenadores profesioanles de futbol, piden la presencia de los juergueros. Hasta cuando dormiremos en este estúpido sueño, de que el futbol peruano es mediocre y por mediocre en su torneo, somos mediocres en lides super competitivas.

Comparemos: Chile, Paraguay, Brasil, uruguay, Argentina y Colombia, son los de respeto por su capacidad técnica, su fortaleza y porque su futbol es ambicioso y sus jugadores son ganadores. Ahora, Perú, Bolivia y venezuela, son los eternos aspirantes, de los cuales solo uno de ellos entendió que sin luchadores no se llega a nada, por eso Venezuela ha iniciado a marcar distancia de los coleros: Perú y Bolivia.

Pero nosotros, seguimos ahi llenos de ilusiones tontas, como si nuestro dinero fuera importante para dar de comer a tanto jugador que se deja llevar por la arrogancia cuando se siente ganador y emigra a europa, para ser suplente. Y si dejaramos de ir a los estadios que pasará con el futbol podrido que burga y compañia estan dejando a los niños.

pense en no malograr mi hígado, por eso decidí escribir luego de muchos dias de la catastrofe celeste. Pero este pechito blanquirojo, se acelera y llora por que sabe que nunca más podrá ver a una selección en un mundial. Como la de España 82. Que boten a burga, chemo y compañia, que se deje de participar en las elimitarorias y se aplique una campaña con niños desde la sub 10 para prepararlos y sobre todo educarlos en el fútbol. y solo así podremos volver con la cara limpia a una lid internacional.

Simplemente: Horacio

domingo, 15 de junio de 2008

SIETE MINUTOS DE ILUSIÓN

Como todos los insulsos peruanos, creyentes en nuestro asqueroso fútbol, me alisté a presenciar el encuentro de la blanquiroja contra los cafeteros (Colombia). Sabia que perderíamos o empataríamos, pero estaba seguro de que no ganaríamos, mi corazón no se alegraba porque ya lo sabía; pero bien en el fondo, muy, muy en el fondo algo dentro de mi me gritaba: “Perú, Perú, Perú,”. Que idiota verdad.

Y así empezó el primer tiempo, nombres como Butrón, el mudo Rodríguez, “potoncito” Ñol, Hidalgo, el “gordo doni Neira”, la loca Guerrero y su técnico “Chemo” y demás perdedores que la verdad ya no quiero mencionar encabezados por el famoso Burga, que de conchudo le ganó a todos los apristas juntos en los gobiernos de García y compañía.

Y toda esta bilis, es que en siete minutos me tuve que terminar mis seis cervezas personales, mi canchita y mi chifa, comprado por delivery para poder ver el partido, que para mi solo duró siete minutos. Acaso hay alguien que me diga lo contrario. Bueno, ahora expongo mi posición.

Jugamos de local, por lógica esos partidos se ganan y de visitante se empatan como mínimo, tal como lo hizo Colombia. Se supone que la crisis deportiva es por culpa de la dirigencia, de los periodistas y de la gente estúpida que como yo aún cree en nuestra selección; porque no miramos mejor a los otros deportistas mejores calificados como “raqueta” Horna, campeón en dobles del tenis mundial. O como los ajedrecistas que siempre sufren para salir a participar internacionalmente.

Los siete minutos de ilusión nos deben poner en nuestro lugar o mejor debemos tomar una decisión: cada vez que acudamos a un estadio a ver jugar a la selección pifiémosla y aplaudamos y hagamos los “oles” al rival, que demuestra orden, concentración, y sobre todo capacidad profesional de sus dirigentes y comando técnico. Ojala y así se tome al toro por los cuernos y se aplique un cambio total en nuestro fútbol, que funcionen como empresa y que boten a los que no trabajan.

Mas claro ya no puedo ser porque al final la hinchada la que sufre, siempre está ahí, incondicional porque son del Perú, un país que cada vez se pudre por culpa de las políticas, donde los pobres son más pobres y los ricos más ricos, verdad conciudadanos. Aquí pueden comentar libremente porque es ya el momento de reaccionar, dejemos de lado esa chapa de “gallinas” con la que nos conocen nuestros vecinos del norte y del sur.

Tenemos tan malos dirigentes que se ven desde el fútbol hasta la papa. Verdad. Bueno espero que para el próximo partido contra Uruguay podamos ver a nuevos guerreros, si esos que siempre piensan en ganar por su raza, por su amor propio y sobre todo por su país. Y haber si convencemos a Markarian, para que en las próximas eliminatorias se anima a ponerse la blanquiroja y llevarnos a un mundial como el que yo pude ver cuando aun era pequeño y el nombre de Cubillas sonaba bien.

Ya es hora de despertar de salir de este enorme escondite de perdedores deportivos, si somos malos mejor retirémonos y quedamos mejor, para potenciar así otras disciplinas no tan populares o elitistas, pero que si dan triunfos y alegrías. O es que acaso estamos pensando en que los juergueros (que claman inocencia y se ríen de todos los hinchas) deben regresar a la selección, eso ya sería una burrada total digna de los peruanos acostumbrados a perder y ver un mundial donde los futbolistas demuestran capacidad técnica, profesionalismo y sobre todo amor propio por sus familias y por su país.
Ahora cuando digamos “viva el Perú carajo”, pensémoslo bien porque ese grito hasta ahora lo viven solo los militares.

Simplemente soy un peruano “cojudo” como muchos en el país, que cree que el fútbol es lo único que nos dará alegrías.

sábado, 7 de junio de 2008

Más de policias...

Quienes tenemos la suerte de pasear por las calles de Trujillo - ahora violentas - hemos visto en más de un oportunidad a jóvenes policias de apenas 20 años, menudos ellos y bajitos. Con esas caras de niños crecidos a la fuerza (por dinero o por servicio como ellos mismos lo llaman), no garantizan la seguridad de nadie. Cuántos no hemos visto a estos jóvenes intentar poner orden en las pistas de la ciudad y los conductores (no todos por su puesto), se rien de ellos.

He oido más de una historia sobre los mismos "chiquillos", con sueldo seguro de por vida, que portan el uniforme policial y un revolver calibre 38. El que les falten eñ respeto es normal dicen algunos, es que son "mocosos" dicen otros, y al final el que sigue perdindo es el ciudadano que reclama más acción y menos burocracia. Comprenden ahora por qué la delincuencia está mejor preparada que nuestras fuerzas del orden. esto solo pasa en el Perú.

La cultura y los valores tienen mucho que ver en todo esto. El caracter es otro ingrediente indispensable en el cambio, ese que ya debe empezar desde casa, y no esperar que la cambien los profesores del nido de la primaria y del colegio.

Sumen a todo ello, las noticias sobre policias recien salidos de las escuelas de sub oficiales, que mueren atropellados por inexpertos o por confiados, además de las muertes que se registran en las comisarias por manipulación inadecuada del arma de reglamento. Parece un cuento de nunca acabar, y estoy seguro que terminará cuando se entienda que el gobierno debe de verdad invertir pues en educación, salud y agruciltura.

Pero eso nunca podrá ser, a los "grandes" les conviene el caos, mientras mas confusos los de la clase trabajadora, mientrs mas ignorantes y mientras menos saludables se encuentren, podrán limitar sus acciones y asi iniciará la cadena viciosa otra vez.

Delincuncia, policia joven, falta de cultura y para coronar la violación de las normas con ayuda con ayuda de la misma ley o sin ella. Viva el Perú carajo!!!