“El derecho de expresión esta permitido en todos los ámbitos”
Concluye Víctor Fernández Cieza, el sir del graffiti en las noches de Trujillo.
Para muchos “conservadores” el escaparse de la sociedad común y aburrida es una acción de rebeldía; para otros, es simplemente encontrarse con su espíritu, y es allí donde fluyen los nuevos conceptos de vida, que se plasman en obras de arte, esas impresionantes pinturas que son hechas en una pared para que la gente vea el nuevo arte urbano que lentamente se apodera de las calles.
Víctor Fernández Cieza, es uno de muchos miles que expresan sus emociones de una manera distinta, sin rebeldía, pero con decisión. A sus 24 años sabe que aún no ha ganado más que experiencia de libertad para mostrarse tal como es: “Todo se resume en placer, en la forma como ves todas las cosas. Desde que conocí el graffiti mi vida cambio siempre para bien, graffiti es la forma de expresarme, de tratar de cambiar al mundo, es la forma en la que trato de ser un héroe, es la manera en la que puedo ser quien yo quiera sin limites, barreras, ni ataduras, y creo es la única forma en la que puedo ser yo”. Afirma el creador de íconos diferentes pero vivos.
Recuerda cada detalle de sus inicios y es que el graffiti es de la calle y ahí tenia que encontrarlo, por eso desde el 2003, se enrumbó en la búsqueda de los artistas que sabían pintar en paredes, así día a día aprendió el lenguaje que los mueve y conoció gente que sabía que su expresión artística y libre estaba al alcance de una lata de aerosol de siete soles: “En el arte creo que todo es valido y supongo que lo más importante es estar contento con lo que haces y siempre aspirar a más. Pero con respecto al graffiti tradicional creo que siempre es bueno que un buen escritor sepa la esencia del graffiti lo básico lo old school y después evolucionar, creo que el proceso de evolución lo hará encontrar su estilo y eso lo hará buen escritor pero aun así aunque encuentre estilo, ese estilo aun debe evolucionar siempre y estar en permanente metamorfosis. Eso no lo definirá como bueno, pero siempre estará innovando y lo hará interesante.”, asegura el amante de los deportes de aventura y sobre todo del graffiti.
Se denomina artista y que aprendió solo con la decisión y entereza de saber sobre el graffiti. Eso lo eleve un nivel más, al profesionalismo, porque todo lo que se debe hacer se debe hacer con ese mismo espíritu: “siempre hay que tener profesionalismo para trabajar para cualquier cosa que se quiera hacer en la vida”.
Él sabe además que lo importante no solo está en hacer profesionalmente sus trabajos, sino que la gente que a diario circula por Trujillo, piense en lo que “SIR” hace y deja de tarea para entender este nuevo espacio que avanza rápidamente en las calles y esquinas de nuestra ciudad, la ciudad de la cultura: “Creo que hacer que la gente piense es lo mas chévere por que siempre la sociedad te limita y te somete a pensamientos cuadrados y limitados”.
Este limitado pensamiento cuadrada y encasillado en antiguos conceptos sociales, ha limitado el accionar de los graffiteros, pero no los ha eliminado, ya que aisladamente se agrupan nuevos chicos que como yo empiezan a mirar una figura pintada con aerosol y se embarcan en este mundo de colorido y sobre todo de nuevos conceptos de arte urbano: “Bueno creo que ha bajado mucho el entusiasmo de los chicos por pintar pero siempre hay gente que aun toma en serio al graffiti, gente como santas, que siempre pinta, chiri, nesk y los demás que ahora pintan ocasionalmente”.
Pero dentro de su ambiciosa mirada sobre este mundo de colores, se atreve a dar un consejo a los novatos y a los jóvenes en general que dudan sobre integrarse a esta familia de graffiteros y formar una comunidad que nos ponga al nivel de los mejores jóvenes artistas del mundo, claro todo ello dentro del marco legal, aunque en nuestra ciudad no existen esos espacios para dejar la huella del nuevo arte: “Que valoren el tiempo que pasan pintando y que den todo en cada muro que hagan, que vivan cada día y siempre piensen en el Futuro.” Señala Fernández con un poco de nostalgia.
Pero cuando de pintar se le habla, sus ojos brillan una vez más y dice en voz alta: “Que lo que hago no siempre es arte pero siempre es expresión y el derecho de expresión esta permitido en todos los ámbitos”, por eso nadie podrá detener ese espíritu de artista autodidacta que a diario piensa en dejar un legado pintado en una pared, esas que están en Trujillo, esperando por un graffitero para darle vida y color.
Por: alviho, september, 2008
Concluye Víctor Fernández Cieza, el sir del graffiti en las noches de Trujillo.
Para muchos “conservadores” el escaparse de la sociedad común y aburrida es una acción de rebeldía; para otros, es simplemente encontrarse con su espíritu, y es allí donde fluyen los nuevos conceptos de vida, que se plasman en obras de arte, esas impresionantes pinturas que son hechas en una pared para que la gente vea el nuevo arte urbano que lentamente se apodera de las calles.
Víctor Fernández Cieza, es uno de muchos miles que expresan sus emociones de una manera distinta, sin rebeldía, pero con decisión. A sus 24 años sabe que aún no ha ganado más que experiencia de libertad para mostrarse tal como es: “Todo se resume en placer, en la forma como ves todas las cosas. Desde que conocí el graffiti mi vida cambio siempre para bien, graffiti es la forma de expresarme, de tratar de cambiar al mundo, es la forma en la que trato de ser un héroe, es la manera en la que puedo ser quien yo quiera sin limites, barreras, ni ataduras, y creo es la única forma en la que puedo ser yo”. Afirma el creador de íconos diferentes pero vivos.
Recuerda cada detalle de sus inicios y es que el graffiti es de la calle y ahí tenia que encontrarlo, por eso desde el 2003, se enrumbó en la búsqueda de los artistas que sabían pintar en paredes, así día a día aprendió el lenguaje que los mueve y conoció gente que sabía que su expresión artística y libre estaba al alcance de una lata de aerosol de siete soles: “En el arte creo que todo es valido y supongo que lo más importante es estar contento con lo que haces y siempre aspirar a más. Pero con respecto al graffiti tradicional creo que siempre es bueno que un buen escritor sepa la esencia del graffiti lo básico lo old school y después evolucionar, creo que el proceso de evolución lo hará encontrar su estilo y eso lo hará buen escritor pero aun así aunque encuentre estilo, ese estilo aun debe evolucionar siempre y estar en permanente metamorfosis. Eso no lo definirá como bueno, pero siempre estará innovando y lo hará interesante.”, asegura el amante de los deportes de aventura y sobre todo del graffiti.
Se denomina artista y que aprendió solo con la decisión y entereza de saber sobre el graffiti. Eso lo eleve un nivel más, al profesionalismo, porque todo lo que se debe hacer se debe hacer con ese mismo espíritu: “siempre hay que tener profesionalismo para trabajar para cualquier cosa que se quiera hacer en la vida”.
Él sabe además que lo importante no solo está en hacer profesionalmente sus trabajos, sino que la gente que a diario circula por Trujillo, piense en lo que “SIR” hace y deja de tarea para entender este nuevo espacio que avanza rápidamente en las calles y esquinas de nuestra ciudad, la ciudad de la cultura: “Creo que hacer que la gente piense es lo mas chévere por que siempre la sociedad te limita y te somete a pensamientos cuadrados y limitados”.
Este limitado pensamiento cuadrada y encasillado en antiguos conceptos sociales, ha limitado el accionar de los graffiteros, pero no los ha eliminado, ya que aisladamente se agrupan nuevos chicos que como yo empiezan a mirar una figura pintada con aerosol y se embarcan en este mundo de colorido y sobre todo de nuevos conceptos de arte urbano: “Bueno creo que ha bajado mucho el entusiasmo de los chicos por pintar pero siempre hay gente que aun toma en serio al graffiti, gente como santas, que siempre pinta, chiri, nesk y los demás que ahora pintan ocasionalmente”.
Pero dentro de su ambiciosa mirada sobre este mundo de colores, se atreve a dar un consejo a los novatos y a los jóvenes en general que dudan sobre integrarse a esta familia de graffiteros y formar una comunidad que nos ponga al nivel de los mejores jóvenes artistas del mundo, claro todo ello dentro del marco legal, aunque en nuestra ciudad no existen esos espacios para dejar la huella del nuevo arte: “Que valoren el tiempo que pasan pintando y que den todo en cada muro que hagan, que vivan cada día y siempre piensen en el Futuro.” Señala Fernández con un poco de nostalgia.
Pero cuando de pintar se le habla, sus ojos brillan una vez más y dice en voz alta: “Que lo que hago no siempre es arte pero siempre es expresión y el derecho de expresión esta permitido en todos los ámbitos”, por eso nadie podrá detener ese espíritu de artista autodidacta que a diario piensa en dejar un legado pintado en una pared, esas que están en Trujillo, esperando por un graffitero para darle vida y color.
Por: alviho, september, 2008
