martes, 26 de enero de 2010

EN BUSCA DE LA CALIDAD UNIVERSITARIA

EN BUSCA DE LA CALIDAD UNIVERSITARIA

Jorge Chávez Peralta

Cada vez resulta más evidente que la calidad educativa es el factor fundamental para el desarrollo del potencial humano y, por añadidura, del económico y social. Desde esta perspectiva, a fin de garantizar la calidad del servicio, el quehacer educativo debería merecer un interés especial y permanente.

La educación ofrecida en el Perú –bien sabemos- es una de las más deficientes del mundo. Un diagnóstico somero arroja indicadores preocupantes: la falta de vocación en una mayoría de docentes y una deficiente formación pedagógica; el estudiante acusa carencias alimentarias y psicológicas; por otra parte, la infraestructura y los medios auxiliares no siempre reúnen las exigencias para un trabajo académico adecuado. Si a esto agregamos la masificación de profesores, de estudiantes e instituciones educativas, ante la indiferencia –y a veces la complicidad- del Estado, tenderemos el panorama de una educación con serias desventajas frente a los retos del conocimiento y de convivencia del siglo XXI.

El reclamo por una educación de calidad en el Perú se ha acentuado durante la presente década. Instituciones como el Consejo Nacional de Educación y las universidades son las que han mostrado mayor interés en ofrecer propuestas. En nuestro medio, el doctor José Huamán Delgado es un docente universitario comprometido, desde hace cuatro décadas, con esa inquietud. Primero en la Universidad Nacional de Trujillo (fue Decano de la Facultad de Educación y un especialista en Currículo) y después en la Universidad Cesar Vallejo, donde actualmente se desempeña como Director de Desarrollo Académico, ha ganado una experiencia valiosa que la ha plasmado en el libro “Guía para la Gestión de la Calidad Universitaria” (Fondo Editorial de la Universidad César Vallejo, 2009, 147 pp.).

Constituye, sin duda, un aporte significativo en el concierto de propuestas para aspirar al logro de la calidad universitaria. Consta de cinco partes: Gestión de la Calidad Educativa, Proceso de Evaluación, Evaluación Externa, Acreditación y Certificación. Su premisa se fundamenta en el “cambio de época” y sus implicancias: la llamada Globalización, los cambios científicos y tecnológicos, la crisis de instituciones como la religión, la política y la violencia, entre los más advertibles, son factores a los que una educación de calidad necesita revertir –o por lo atenuar- con urgencia. “La crisis que atraviesa el mundo –afirma el autor- es profunda y tiene repercusiones en la educación.” (p. 11) Un ejemplo patético de sus efectos perjudiciales se percibe, por ejemplo, cuando la globalización ha generado más aislamiento individual y el exceso de información, reducido la eficacia de la comunicación interpersonal y colectiva.

Concebido como un documento para un propósito específico, es un trabajo serio, bien documentado y didáctico. Ofrece un cuerpo teórico con abundantes citas avaladas por el prestigio de organismos (UNESCO), instituciones (CONEAU: Consejo Nacional de Acreditación Universitaria) y autores (Sergio Tobon y Edgar Morin). Ocasionalmente, el autor desliza apreciaciones personales: “La calidad educativa depende de varios factores. Pero la calidad de los docentes y la calidad de la gestión son claves para el desarrollo de capacidades intelectuales, práctica de valores y la construcción de ambientes adecuados para el trabajo” (p. 14). La honestidad académica del Dr. Huamán merece nuestro reconocimiento cuando denuncia la masificación de estudiantes y de universidades “que, por lo general, contribuyen a los bajos rendimientos y a la mercantilización de la educación.” (p. 17).

El propósito del libro es muy claro: la universidad, para lograr la calidad, debe mantener un proceso de autoevaluación interno permanente y honesto, la única manera de corregir errores y mejorar las estrategias del servicio. Sin embargo, el producto del trabajo queda supeditado a un criterio categórico: el control de calidad de un título profesional “lo evalúa el mercado laboral. Y algo más preocupante, al concurso de selección acceden solamente los profesionales que egresan de carreras acreditadas.” (p. 6). De ser así (y todo indica que es cierto), el nuevo paradigma de calidad universitaria dependería de las condiciones impuestas por las empresas y fábricas para disponer de profesionales idóneos y adecuados a sus expectativas laborales; mejor dicho, ajustado a sus intereses de lucro en el marco del llamado “capitalismo salvaje”, del neoliberalismo económico y de una sociedad abusiva y deshumanizante.

Según el enfoque del Currículo por Competencias (una suma de capacidades) la calidad de la formación profesional universitaria depende de los logros del estudiante en relación con su Perfil de Salida (referencia ofrecida por los empleadores). Incluye, además de idoneidad, sentido de responsabilidad y comportamientos como el “buen humor”, la autocrítica y la libertad de decir NO si al profesional se le encargan tareas vedadas por la moral (cf. p. 6). Esta amalgama de rasgos merece una observación: colisionan con la realidad laboral cotidiana. Ahora, todos sabemos, las empresas exigen al trabajador someterse a sus condiciones y cumplirlas, eso sí, con “buen humor”; porque cuando el trabajador se atreve a decir ¡basta!, la empresa inmediatamente lo despide. Entonces cabe la pregunta: ¿en cuál empresa van a encajar las competencias logradas en su universidad?

Obviamente, el Dr. Huamán Delgado no es el autor del Currículo por Competencias. Pero se trata del enfoque actualmente preferido por muchas universidades extranjeras y nacionales, atendiendo el imperativo del binomio universidad-empresa. La universidad parece no haber reparado que, en este caso, aparece en una posición subordinada a la producción de bienes y servicios; en suma, a la economía. El enfoque del Currículo por Competencias resultaría cuestionable, si consideramos que una educación bien concebida debería servir para cambiar el modelo social y económico, con mayor razón cuando –como el nuestro- perjudica el auténtico desarrollo humano.

Al margen de estas atingencias conceptuales, el libro “Guía para la Gestión de la Calidad Universitaria” es un aporte significativo para la comunidad universitaria, por tres razones: en el ámbito autoral, es fruto maduro de la experiencia de un especialista que ha trajinado durante más de cuatro décadas en el quehacer universitario; como investigación académica, ofrece un cuerpo teórico preciso y esclarecedor (inclusive una glosario terminológico como apéndice) acerca del Currículo por Competencias; y, en el aspecto aplicativo, brinda un paquete de Anexos con tablas y matrices de evaluación. “Guía para la Gestión de la Calidad Universitaria” es una obra plausible y una referencia bibliográfica de consulta obligatoria para los interesados en entender cómo se puede lograr el nivel de acreditación (calidad) al que debe aspirar una verdadera universidad.

jueves, 21 de enero de 2010

Cuentos de don CONEJO: "LA GRINGA"

Cuentos de don CONEJO.
"LA GRINGA"

Decía mi abuelo que en su diario trajín de transportista pesado, miles de historias se contaban entre ellos; ahí las hazañas, aventuras, riesgos, comidas típicas y demás situaciones que se viven de norte a sur, tanto de noche como de día en la carretera panamericana de nuestro país (Perú). Pero nunca nada escalofriante le había pasado.

En uno de sus viajes de regreso a su casa en el poblado de chciclin (provincia de Ascope – La Libertad), ya entrada la noche, se detuvo para algo comer -algo no común en él- y escuchó a más de un conductor hablar de “la gringa”, supuesta mujer fallecida que se llevaba las almas de los camioneros que se detenían a mirar su belleza.

Él, como todo hombre sin miedo, decidió no hacer caso a la historia y seguir con su recorrido ya había entrado a Pacasmayo y estaba a un cuarto de hora de San Pedro de Lloc; pensaba:”sólo 70 minutos me separan de mi hogar”. De pronto la noche se hizo más negra, el frio más helado y sintió un hielo en el cuerpo que convirtió su piel en el de gallina desplumada.

También se le conoce como miedo, pero su instinto de sobrevivencia le decía que debía seguir, que su vehículo no se detuviera, pero divisó a una hermosa mujer blanca de rubios cabellos y ojos verdes que pedía la ayudara. Su cerebro y corazón entraron en conflicto. Avanzaba lento en su camión, comenzó a sudar frio y simplemente siguió sin mirar hacia atrás.

Avanzaba, se sentía raro, no entendía como se aclaró la noche después de ese instante y dejo de hacer frio, muchas cosas pasaban por su mente. Y fue allí donde recordó la historia de los camioneros, donde la mujer terminaba haciendo que estos se chocaran y perdieran la vida en aparatosos accidentes de tránsito, y así la sangre llamaba más sangre.

No se me dijo la moraleja, pero a veces me pregunto si alguien ayudo a mi abuelo, porqué no volteó a ver si todo eso fue real? Porqué no la recogió como hicieron los choferes muertos? Puede que tengamos un ángel de la guardia que se queda con nosotros hasta el final del camino o su razón dominó a sus sentimientos. Lo real es que mi fallecido abuelo vivió más de una de esas historias que pudo compartir cuando yo crecía con él, hasta mis 23 años de vida. Momento en que su corazón decidió ya no seguir obedeciendo a su razón y simplemente dejo de latir.
PD.- EN EL PERU, SE LE DICE "GRINGO O GRINGA" A LAS PERSONAS QUE SON DE RAZA AREA, COLOR DE OJOS VERDES O AZULES Y CABELLO BRILLANTE COMO EL ORO.