viernes, 12 de diciembre de 2008

El ser amado y el no serlo

Previo.
Cuando crecía en las calles, encontraba muchas diferencias entre lo bueno y lo malo, lo correcto y lo incorrecto, pero aun así seguí creciendo. La única consigna era el de crecer para trabajar, sin aprender a amar o mantener esa capacidad de pretender amar, o amarme.
Los años cansados de lo mismo bajaron los brazos, y cuando quedé listo para enfrentarme al mundo profesional, ya me sentía algo solo. Esta entrevista la realicé a un personaje que encontró en la soledad el mejor lugar para amar en silencio. Aún sufre su tristeza, aún llora su desdicha. porque él sabe que ha muerto y se niega a creerlo. Aquí las líneas de una conversación que no detallará nombres ni lugares por respeto a su soledad, pero que pretende mostrate algo que si puedas entender.
La entrevista.
Cojo un celular prestado y marco los números: 9792....., espero a que de la primera timbrada:
.-¿Aló?, me dice una voz trsite de un varón perdido en sí mismo.
- Hola, profe me recuerda, conversamos por el chat ayer y me dio el número de cel, para lo de mi trabajo, recuerdas que me aceptó dar una entrevista.
.- Sí recuerdo, tu eres el alumno de un amigo mío. Y como está mi promoción?
-bien creo, bueno a mi más me importa la entrevista, usted me dice si la realizamos en el cafetín o en la biblioteca?
.- bueno en 30 minutos estaré en el cafetín.
Si que sufría ese sujeto, lo noté tan desdichado que pensé en mis heramnos y en mi padre, y aun así no sabía qué hacer si a ellos les pasaría los mismo, pobres si llegarían a sufrir la msima soledad que mi entrevistado.
-Está bien, en 30 minutos nos encontramos en la U. le dije, pero ya me había colgado.
Saqué mis apuntes y busqué mi reportera, no queria jalar el curso, mucho menos ver la cara del profesor por cuatro meses más en una segunda matrícula. Salí de casa, en ese espacio solo quedaba yo, cerré la puerta y fuí al lugar pactado.
Camino al cafetín de mi universidad: verde, feo, donde la gete como porque tiene que comer y no porque ahí preparen lo mejor de lo mejor, para coronar la atención no es buena y el lugar es rústico y pequeño . Mis ropas no se lucían como las mejores planchadas, mis cabellos no estaban bien peinados y con las justas saque dinero para comer un miserable pan, el tercero en toda una semana.
Llegué al fin, sólo 70 céntimos pagué y la combi demoró más de lo pensado, corrí para estar ahí primero, pero fue en vano, el profe me ganó. Lucía extraño, perdido, vacío. Solo. Y su ropa desalineada, media sucia. Me quedé confundido y por un minuto pensé que jalaría el curso, ya que él no se mostraba como un buen entrevistado.
- Profe?
.- Que tal, llegas tarde, que pasó: Tu mamá no te dejó salir sin desayunar o qué?
- No profe, no es eso. en casa ya a nadie veo, este ciclo me tiene mas ocupado que en mi casa creen seguro que ya me tragó la tierra, no preguntan por mi y yo tampoco.
.- Eso no es bueno, pero a veces es lo mejor.
- Cómo así?
.- No entenderías si es que no lo vives primero.
Me senté y cuando sacaba mi cuaderno, lapicero, reportera y cámara fotográfica digital, mi cerebro me llevó lejos del cafetín.
Llegué a mi infancia, me vi solo, y esos juguetes nunca llenaron ese vacío, pero lo mas extraño que donde estaba era una habitación fria y de color negro, sin luz, pero yo podía ver.
.-Estás bien alumno?
- ah!, profe, sí solo pensaba un minuto...
.- Minuto, ya van casi 30 los que te fuiste de tu cuerpo. Y en qué pensabas?
- Regresioné, tenía como cinco o seis años, un recuerdo extraño, muy extraño. Perdone profe, usted será el entrevistado no yo.
- Ya le puedo hacer la primera pregunta?
.- Claro, yo creía que la entrevista ya había empezado desde que me llamaste por teléfono.
-Edad?
.- 43.
- Casado?
.- Ya no.
En esa respuesta lo perdí para siempre, fue como si le hubiera tocado el lado negro de su vida. simplemente sentí su cambio.
- Hijos?
.- (en silencio)... es esta una entrevista o un fichaje policial, solo te falta que preguntes mi número de DNI y mi dirección. Eso te enseñó mi amigo acaso? ¿Seguró tanto policiales lo mató también?
- Me sonrojé, parecía de primer ciclo, tenía razón el profe. No lo dudé y le hice la primera pregunta: ¿Cuál cree usted que es el secreto para ser un buen profesional?. lo mire a los ojos y me sentí bien.
.- No existen secretos, solo existen experiencias, si vives bien o plenamente descubrirás que no existen secretos. Sólo debes aprender diariamente.
-Solo eso?
.- escúchame bien triste remedo de alumno!, cree usted que entrevistándome aprobará su curso, como si no conociera bien a tu profesor. Estudié con él cinco años, siempre pretendí ser mejor que él y nunca lo logré.
Ahí se quedó en silencio y su mirada fuerte como si fuera con rabia bajó, y ese silencio lo lleavaron no se dónde, pero solo dejó caer una lágrima. Desde ese momento supe que fuí una basura, al pretender hacer lago sin medir las consecuencias.
guardé mis cosas y me quedé sentado en la mesa. El profe, se llevó las manos a los ojos y me dijo:
.- Déjame solo. Hoy es un día de esos que a diario tengo.
- No profe, me quedo. Quiero saber si lo puedo ayudar?.
.- Gracias, pero que podrías hacer tú?
- No sé, primero debo saber que le pasa?
.- Qué me pasa?, esa misma pregunta me la hago yo desde que aprendí a ser profesional.
Ahí ya no soltó una lágrima, fueron más. Cuando eso pasaba mi mente fue otra vez a dos recuerdos extraños, cuando mi hermano salió para siempre de su mente y cuando mis padres dejaron de sentirme como hijo.
Fue algo como si lograra entender al profe. No sabía cómo?
Comprendí que era momento de partir, y dejar solo a un personaje que perdió muchas cosas, en especial su vida. Salí con mucha pena y remordimiento porque sabía que todo esto era pro mi culpa. No, no era mi culpa; era culpa de su amigo, mi profresor, el que me obligó a hacerle una entrevista. Porqué tenñia que sentirme mal, al final yo solo buscaba la nota, eso lo supe desde siempre.
Y con ese pensamiento frio dejé esa universidad llena de enamoradores, rufianas y demas momentos que pasan solo en una universidad. De regreso a casa, me di cuenta que no tenía nada. cuando llegue a casa, no encontré a nadie y cuando llamé a mis amigos todos los teléfonos estaban apagados.
En ese instante supe que el profe tenía razón, la soledad se encuentra solo cuando te dedicas a hacer las cosas profesionalmente...
Es que el profe me dijo también, que la vida te enseña a vivir y los padres no, que la universidad te deja un formato que tú debes cambiar para ser mejor. Y eso que solo conversé unos minutos con el profe. Ahora entiendo muchas cosas. Ahora me entiendo... sé que esto aun no termina y falta la segunda parte de esta triste histeria llena de soledad.
Final de una historia capitulada
Así, este insulso aprendíz de hombre profesional entendió que se debe sufrir para salir, pero lo más importante es saber salir. Ahora puedo entender que, el profesor, el amigo del profesor y el alumno fueron siempre una misma persona, que se valen de su soledad para esconderse de todo aquel o aquellas que quieren acercarse. Para ayudar o para amar.
Solo quien se deja caer sabe cuando salir.
El autor

1 comentario:

oLe-oLe dijo...

Profe , su relato me a conmovido(algo raro , y no es que yo sea de palo), pero nos muestra una realidad, que pocos quieren ver, pero que muchos llegan a sentir....LA SOLEDAD, bendita palabra, que al sólo escucharla causa estupor y hasta escalofrios. Lo peor de todo, es que ante esto,el ser humano es una victima más, de un agresor que nadie pede condenar.
FIRMA: Olenka :)