jueves, 21 de enero de 2010

Cuentos de don CONEJO: "LA GRINGA"

Cuentos de don CONEJO.
"LA GRINGA"

Decía mi abuelo que en su diario trajín de transportista pesado, miles de historias se contaban entre ellos; ahí las hazañas, aventuras, riesgos, comidas típicas y demás situaciones que se viven de norte a sur, tanto de noche como de día en la carretera panamericana de nuestro país (Perú). Pero nunca nada escalofriante le había pasado.

En uno de sus viajes de regreso a su casa en el poblado de chciclin (provincia de Ascope – La Libertad), ya entrada la noche, se detuvo para algo comer -algo no común en él- y escuchó a más de un conductor hablar de “la gringa”, supuesta mujer fallecida que se llevaba las almas de los camioneros que se detenían a mirar su belleza.

Él, como todo hombre sin miedo, decidió no hacer caso a la historia y seguir con su recorrido ya había entrado a Pacasmayo y estaba a un cuarto de hora de San Pedro de Lloc; pensaba:”sólo 70 minutos me separan de mi hogar”. De pronto la noche se hizo más negra, el frio más helado y sintió un hielo en el cuerpo que convirtió su piel en el de gallina desplumada.

También se le conoce como miedo, pero su instinto de sobrevivencia le decía que debía seguir, que su vehículo no se detuviera, pero divisó a una hermosa mujer blanca de rubios cabellos y ojos verdes que pedía la ayudara. Su cerebro y corazón entraron en conflicto. Avanzaba lento en su camión, comenzó a sudar frio y simplemente siguió sin mirar hacia atrás.

Avanzaba, se sentía raro, no entendía como se aclaró la noche después de ese instante y dejo de hacer frio, muchas cosas pasaban por su mente. Y fue allí donde recordó la historia de los camioneros, donde la mujer terminaba haciendo que estos se chocaran y perdieran la vida en aparatosos accidentes de tránsito, y así la sangre llamaba más sangre.

No se me dijo la moraleja, pero a veces me pregunto si alguien ayudo a mi abuelo, porqué no volteó a ver si todo eso fue real? Porqué no la recogió como hicieron los choferes muertos? Puede que tengamos un ángel de la guardia que se queda con nosotros hasta el final del camino o su razón dominó a sus sentimientos. Lo real es que mi fallecido abuelo vivió más de una de esas historias que pudo compartir cuando yo crecía con él, hasta mis 23 años de vida. Momento en que su corazón decidió ya no seguir obedeciendo a su razón y simplemente dejo de latir.
PD.- EN EL PERU, SE LE DICE "GRINGO O GRINGA" A LAS PERSONAS QUE SON DE RAZA AREA, COLOR DE OJOS VERDES O AZULES Y CABELLO BRILLANTE COMO EL ORO.

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