sábado, 17 de septiembre de 2011

Manuel Jesús Orbegoso: SU ÚLTIMO VIAJE

MJO: SU ÚLTIMO VIAJE

Sigifredo Orbegoso V.

Manuel Jesús Orbegozo Hernández, connotado y veterano periodista de tantas jornadas, tuvo una virtud que lo caracterizó: estuvo donde estaba la noticia, las grandes noticias. Guerras, revoluciones, catástrofes lo llevaron a dar varias veces la vuelta al mundo. Y así entrevistó a personajes históricos y de fama mundial allí donde se encontraban y, por supuesto, cuando venían al Perú. La lista es larga. Y su dominio del inglés le facilitó la tarea. Pero nunca se quedó en su oficina para comentar lo que decían los cables ayer y hoy en internet. Fue también él un hábil fotógrafo que acumuló cientos de fotografías de hechos y personajes históricos grabadas en su propia cámara en sus misiones periodísticas. Este lunes aciago, a mediodía, emprendió su último viaje. Ya no para cubrir la noticia de un hecho trascendente, sino para realizar un viaje sin escalas ni retorno a un lugar ignoto que – por lo mismo – no sabemos testigo de qué será. Y como en sus anteriores viajes ya no tendremos el placer de leer sus crónicas ni de ver sus fotografías. Para quienes lo admirábamos y queríamos ya no podremos leer un nuevo reportaje o entrevista. Sólo nos queda la satisfacción de releerlas.


El periodismo nacional pierde a una de sus grandes y más serias figuras. Él estuvo hecho de esa arcilla que le permitía ser un descollante periodista y, a la vez, un respetado maestro de la profesión. Sus numerosos alumnos así lo confirman. Él no podía forma parte de la comparsa de quienes no pasan de ser títeres de cualquier negocio para promover la frivolidad o la maledicencia escrita o televisada. Él no era, no quiso ser, un pasante del periodismo. Su vocación lo ha llevado a ser periodista de por vida. No fue un pasatiempo ni un medio para enriquecerse a cualquier precio. Por eso, como muy pocos, tenía la autoridad moral e intelectual para criticar a colegas y “colegas” que hacían una labor nada edificante. Como si no fueran conscientes de la función y finalidad que debiera tener el periodismo dentro de la sociedad.


MJO, probablemente intuyendo el final de su avanzada edad, decidió hacer un acto generoso de aporte a la cultura como correspondía a su condición de maestro: donar su biblioteca, su colección fotográfica y de objetos que había recibido como regalos de personajes ilustres como el rosario de la Madre Teresa de Calcuta, al Concejo Provincial de Trujillo. Pronto tendremos la biblioteca MJO.


El periodismo ha perdido a un eminente periodista y Otuzco, su tierra natal, a un hijo predilecto. MJ, buen viaje como todos los que hiciste tantas veces en este mundo.

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