lunes, 19 de diciembre de 2011

NAVIDAD...

Escuché una vez más el discurso sobre la paz, amor y hermandad, la que debe estar en nuestros corazones siempre y sobre todo en organizaciones que trabajan unidos por un mismo objetivo. La verdad entendí recien el sentido de la hipocrecía y la falsedad genérica. Lamento que este "verbo" tenga su origen en la cuna de las comunicaciones. Claro ahora sé porqué sólo es un sentimiento: nunca se podrá medir.


Integración: siempre nos piden eso, en una sociedad como la nuestra que solo está llena de maldad y envidia, donde el chisme y la maleta se hacen fuertes cuando las personas mediocres se aferran a sus cargos en busca de satisfacer sus necesidades personales sin mirar a quien afectan, en especial a quienes aun confian en nosotros para poder entregarles nuestra experiencia profesional para ayudarlos a ser mejores profesionles que nosotros en un futuro inmediato.


Lealtad: esa palabra que ya nadie sabe lo que realmente significa. Todos buscan atraer la mayor cantidad de agua para su molino, es decir se acomodan en la sombra donde obtengan mayor beneficio y asi sucesivamente. Esos no son ni serán lelaes. Aprendemos que la lealtad está limitada a los sobones a los chismosos y a los maleteros. Y serán ellos leales a sus propias conciencias?


Amistad: Son amigos quienes ven como amenaza que un profesional sepa más que el otro, o que tenga mayor experiencia profesional. Esos son vistos como amenazas y nunca como fortalezas. Por eso nuestra bendita sociedad mediocre donde nos hacemos sitio, sufre cuando nos dicen que aun somos tercermundistas. Y si seguimos así, que es lo más seguro, nunca saldremos del fango en que nos han metido esos personajes.


Entonces de que navidad hablamos si lo único que buscamos es dañarnos, de que fiesta del hijo de Dios podemos celebrar si lo unico que tenemos en el corazón es maldad, en especial de esos que solo se golpean el pecho los domingos y después hacen de las suyas con cuanta mujer se cruza en sus caminos o de esas que hablan de Dios y siempre faltan a los mandamientos o de esos que dicen se crsitianos porque son hijos de Cristo y solo se han dedicado a ensuciar su nombre...de que navidad hablamos si somos humanos imperfectos cargados de odio y maldad, de que navidad hablamos si solo queremos nuestro bienestar...


Somos pocos los que sentimos que algún las cosas cambiarán con dedicación y trabajo honesto y leal, por todos ellos brindemos y deseemos una honesta y feliz navidad de corazon, con esos corazones llenos de amistad y bondad para entregar al hermano en esta fiesta de amor y paz. Salud.

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