domingo, 15 de junio de 2008

SIETE MINUTOS DE ILUSIÓN

Como todos los insulsos peruanos, creyentes en nuestro asqueroso fútbol, me alisté a presenciar el encuentro de la blanquiroja contra los cafeteros (Colombia). Sabia que perderíamos o empataríamos, pero estaba seguro de que no ganaríamos, mi corazón no se alegraba porque ya lo sabía; pero bien en el fondo, muy, muy en el fondo algo dentro de mi me gritaba: “Perú, Perú, Perú,”. Que idiota verdad.

Y así empezó el primer tiempo, nombres como Butrón, el mudo Rodríguez, “potoncito” Ñol, Hidalgo, el “gordo doni Neira”, la loca Guerrero y su técnico “Chemo” y demás perdedores que la verdad ya no quiero mencionar encabezados por el famoso Burga, que de conchudo le ganó a todos los apristas juntos en los gobiernos de García y compañía.

Y toda esta bilis, es que en siete minutos me tuve que terminar mis seis cervezas personales, mi canchita y mi chifa, comprado por delivery para poder ver el partido, que para mi solo duró siete minutos. Acaso hay alguien que me diga lo contrario. Bueno, ahora expongo mi posición.

Jugamos de local, por lógica esos partidos se ganan y de visitante se empatan como mínimo, tal como lo hizo Colombia. Se supone que la crisis deportiva es por culpa de la dirigencia, de los periodistas y de la gente estúpida que como yo aún cree en nuestra selección; porque no miramos mejor a los otros deportistas mejores calificados como “raqueta” Horna, campeón en dobles del tenis mundial. O como los ajedrecistas que siempre sufren para salir a participar internacionalmente.

Los siete minutos de ilusión nos deben poner en nuestro lugar o mejor debemos tomar una decisión: cada vez que acudamos a un estadio a ver jugar a la selección pifiémosla y aplaudamos y hagamos los “oles” al rival, que demuestra orden, concentración, y sobre todo capacidad profesional de sus dirigentes y comando técnico. Ojala y así se tome al toro por los cuernos y se aplique un cambio total en nuestro fútbol, que funcionen como empresa y que boten a los que no trabajan.

Mas claro ya no puedo ser porque al final la hinchada la que sufre, siempre está ahí, incondicional porque son del Perú, un país que cada vez se pudre por culpa de las políticas, donde los pobres son más pobres y los ricos más ricos, verdad conciudadanos. Aquí pueden comentar libremente porque es ya el momento de reaccionar, dejemos de lado esa chapa de “gallinas” con la que nos conocen nuestros vecinos del norte y del sur.

Tenemos tan malos dirigentes que se ven desde el fútbol hasta la papa. Verdad. Bueno espero que para el próximo partido contra Uruguay podamos ver a nuevos guerreros, si esos que siempre piensan en ganar por su raza, por su amor propio y sobre todo por su país. Y haber si convencemos a Markarian, para que en las próximas eliminatorias se anima a ponerse la blanquiroja y llevarnos a un mundial como el que yo pude ver cuando aun era pequeño y el nombre de Cubillas sonaba bien.

Ya es hora de despertar de salir de este enorme escondite de perdedores deportivos, si somos malos mejor retirémonos y quedamos mejor, para potenciar así otras disciplinas no tan populares o elitistas, pero que si dan triunfos y alegrías. O es que acaso estamos pensando en que los juergueros (que claman inocencia y se ríen de todos los hinchas) deben regresar a la selección, eso ya sería una burrada total digna de los peruanos acostumbrados a perder y ver un mundial donde los futbolistas demuestran capacidad técnica, profesionalismo y sobre todo amor propio por sus familias y por su país.
Ahora cuando digamos “viva el Perú carajo”, pensémoslo bien porque ese grito hasta ahora lo viven solo los militares.

Simplemente soy un peruano “cojudo” como muchos en el país, que cree que el fútbol es lo único que nos dará alegrías.

No hay comentarios: