martes, 14 de abril de 2009

EL DIA QUE MATE MI PLANETA

Yo también contribuyo al calentamiento global.

EL DIA QUE MATE MI PLANETA

En búsqueda de la vida de ayer.

Parece que el principio del fin se acerca, como si los libros de historia nos repitieran cada capítulo de la creación de la tierra, pero para nosotros es a la inversa. Así es, primero se habló del alto grado de contaminación producido por la poca cultura en el tratamiento de los residuos humanos tanto en países desarrollados como en no desarrollados, en este último grupo es mucho mas notorio ya que no se han establecido políticas apropiadas porque los países ricos los consideraron como el último recurso.

Luego se habló del inminente calentamiento global por culpa del desarrollo industrial y el uso de combustibles fósiles contaminantes; así como el crecimiento desmesurado de la población que obligó a destruir gran parte de selva del planeta, fomentado por el consumismo humano. Este mismo consumismo ha desarrollado estrategias que a diario siguen afectando al medio ambiente.

Es tan común el uso de las bolsas plásticas, no degradables, entre los asistentes a un mercado y a un centro comercial, que luego de su uso terminan en algún botadero municipal y el viento se encarga de llevarla a los desiertos y hasta los mares afectando el ecosistema donde habitan especies microscópicas, fauna y flora en general. A esto los mismos medios de comunicación le han dado poca o casi nunca la importancia del caso. Ahora el tema es más que importante por eso se hacen cruzadas ambientalistas por medios que apuestan por un planeta sano.

El desaparecer los bosques para priorizar la existencia del hombre, nos dice claramente que nunca hubo un pacto hombre tierra, y si le sumas la ambición del hombre por tener más te das cuenta que este siempre pensó que la tierra era eterna y nunca se extinguiría. Ahora el planeta sufre cada uno de esos maltratos recibidos tanto así que sus lágrimas de hielo se derriten a diario, elevando el nivel del mar, las constantes lluvias también son otro indicador que el planeta ya no puede cuidarse solo.

Entonces es ahora el momento de hacer las cosas bien y evitar que el efecto invernadero derrita los polos, tal es así que el grosor promedio de los hielos árticos es el más débil medido hasta ahora, según las últimas observaciones satelitales reveladas el lunes por científicos, que indican también que la superficie del banco de hielo sigue reduciéndose en invierno debido al calentamiento global. En términos de superficie, el tamaño del banco de hielo ártico fue este invierno el quinto más pequeño desde 1979, cuando comenzaron a hacerse estas mediciones mediante satélites, indicó el Centro Nacional estadounidense de la nieve y el hielo (NSIDC), en Colorado (oeste).

La superficie máxima de los hielos árticos durante el periodo invernal fue la más pequeña en los últimos seis años (2004-2009), precisó en una teleconferencia de prensa Charles Fowler, glaciólogo de la Universidad de Boulder (Colorado), responsable del equipo científico encargado del informe. El 28 de febrero, en el momento más intenso del invierno boreal, el casquete glaciar ártico medía 15,2 millones de km2, 720.000 km2 menos que la superficie invernal entre 1979 y 2000.

Hasta hace poco, la mayoría de los hielos árticos sobrevivía al menos un verano, y a menudo varios. Pero esta situación cambió rápidamente desde el inicio de la década. Actualmente el hielo que se derrite durante el verano y se vuelve a formar cada año representa 70% del casquete glaciar ártico en invierno, comparado con 40 a 50% en los años 80 y 90. El hielo más grueso (unos 2,74 metros) que sobrevive al menos dos veranos, representa apenas 10% de todo el hielo invernal, lo que implica una disminución de 30 a 40%.

De acuerdo a los diferentes estudios científicos, apoyados por la ONU, se calcula que en el año 2100, la temperatura media de la Tierra será entre 1,5 y 6 grados más que la de 1980. Y es que las temperaturas se están elevando a escala global, y los 15 años más calurosos desde que se tiene registro (1867) han ocurrido desde 1980.

Esta es la gran preocupación de los científicos, ya que, además de todos los desastres nombrados antes, se podrían producir hambrunas y epidemias, las que serían frecuentes en todos los países. También podrían derretirse témpanos, desaparecer flora y fauna, volverse desérticas las tierras de cultivo, estropearse arrecifes e inundarse las islas del Caribe.

De que es serio, es serio. Pero lo peor de todo es que nosotros mismos somos los que estamos "colaborando" con el calentamiento global de nuestro hábitat al utilizar combustibles fósiles (carbón, petróleo y sus derivados como parafina, gas licuado y bencina), permitir la contaminación industrial, entre otras, y la destrucción de bosques y tierras húmedas. Se cree que, de seguir aumentando la temperatura, el calentamiento global se repartirá en forma desigual. Será menor en las zonas costeras donde el mar refresca la tierra, y mayor en las zonas continentales, donde el sol quemará con todas sus fuerzas.

Lo anterior tendrá su punto máximo en el norte de América y en el norte y centro de Asia. Es más, se anuncia un violento cambio climático en Estados Unidos y China, dos de las naciones más desarrolladas, pero más contaminantes de nuestro planeta. Pese a lo anterior, el calentamiento global está afectando el Ártico mucho más que el resto del planeta. Algunos lugares de Alaska se han calentado hasta 10 veces más que el promedio mundial, y se espera que la temperatura aumente el doble en el futuro.

Pero da la sensación de que las autoridades no creen mucho en este desastre, y más bien lo ven como algo muy lejano, que puede que - si tenemos suerte - no ocurra. Existen 150 países tratando de ponerse de acuerdo sobre cómo frenar el aumento del "efecto invernadero".

La mala noticia es que pesa muchísimo el factor económico, y las posibles soluciones traen consigo grandes costos y sacrificios en ese plano, lo que ha llevado también a que se gaste el tiempo sólo en buscar a los principales responsables... sin asumir que todos lo somos en alguna medida. Como ves, existen cientos de hechos que evidencian un calentamiento global. Sin embargo, nadie hasta el momento puede predecir con certeza cuándo se convertiría en una verdadera catástrofe mundial.

Entonces desde que entendí la importancia del tema detallado, he decidido buscar la vida de ayer, donde el hombre cuidaba el uso de las aguas, protegía el medio ambiente, cohabitaba con las especies de los mares y sobre todo su ambición se limitaba a vivir bien en un planeta que no esta contaminado ni con la codicia del hombre ni con la industrialización de sus vidas.

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