PARA USTEDES PRIMERA PROMOCIÓN DE PROFESIONALIZACIÓN.
Han pasado tres semanas de mucho valor para mi desarrollo profesional y por qué no decirlo, personal también. La oportunidad que he tenido para desarrollar diferentes estrategias de conversación, debate e intercambio de información con los periodistas de acción que han decidido asumir su responsabilidad social, me ha permitido fortalecer mi vocación de periodista y me ha convencido que desde las aulas, la palabra también perdura.
La profesionalización me permitió encontrarme con estudiantes que no solo doblaban mi edad, sino que con gente que en algún momento me permitió desarrollar mi profesión: Periodismo. Ahora al verlos sentados frente a mí, prestos a re debatir sus propias ideas, recuerdo a esos hombres que aportaron por la formación de mi profesión: Alberto Ku king, Antonio Fernández, Reinaldo Naranjo, Segundo Llanos, Sigifredo Orbegoso, Jorge Chávez Peralta y los extintos Eduardo Quiroz y Justo Peláez, entre otros.
Esos hombres y mujeres que hacen periodismo hoy, con algunas limitaciones, han entendido que su labor es más importante de la que ellos se imaginaron. Han comprendido su rol social y su labor educadora. Ahora solo queda esperar que las largas discusiones de viernes y sábados se pongan en práctica y empecemos a reeducar a los consumidores de información escrita, hablada y audiovisual.
Traté de ser tan exigente como me lo enseñaron esos hombres que se ganaron su prestigio con lealtad a su profesión y respeto a la sociedad, trasmití un mensaje de modernidad en las comunicaciones que hoy por hoy se abren campo en los multimedios, traté de visionar un mundo que para muchos nada puede significar. Entendieron la importancia de la radio como medio de masiva llegada y el valor de cada palabra que en sus ondas se extiende.
Hoy a pocas horas de entregar cada informe sobre esa labor encomendada, pasan por mi mente cada rostro de los colegas que me ayudaron a crecer, de los que no dudaron en confiar en mí, un joven soñador que pretende cambiar algún día la imagen de nuestra profesión, para que no solo sea respetada, sino que se ubique en el orden de importancia que le corresponde y sea ejercida solo por los que deben ejercerla: periodistas profesionales.
El paso de cada uno de ustedes por el camino hacia la profesionalización ha llegado a la mita, han logrado superar cada curso con dedicación, y estoy seguro que mi nombre no se olvidaran con facilidad, porque logré reunirlos en el día del periodista para seguir trabajando y cambiar algún día el concepto del periodista, que por ahora se aplica mal: Con deshonestidad y sin ética.
Permítanme agradecerles haber permitido compartir con ustedes no solo la experiencia (breve por los medios de prensa), sino también la academia que a diario me exige más, porque mi rol ya no solo es profesional, es ahora educacional. Espero pronto regresar a ese terreno donde ustedes a diario se enfrentan a la realidad. Creo que sin dudarlo diría, que han sido las clases más importantes de mi vida. Gracias primera promoción de profesionalización de CC.CC-UCV.
Han pasado tres semanas de mucho valor para mi desarrollo profesional y por qué no decirlo, personal también. La oportunidad que he tenido para desarrollar diferentes estrategias de conversación, debate e intercambio de información con los periodistas de acción que han decidido asumir su responsabilidad social, me ha permitido fortalecer mi vocación de periodista y me ha convencido que desde las aulas, la palabra también perdura.
La profesionalización me permitió encontrarme con estudiantes que no solo doblaban mi edad, sino que con gente que en algún momento me permitió desarrollar mi profesión: Periodismo. Ahora al verlos sentados frente a mí, prestos a re debatir sus propias ideas, recuerdo a esos hombres que aportaron por la formación de mi profesión: Alberto Ku king, Antonio Fernández, Reinaldo Naranjo, Segundo Llanos, Sigifredo Orbegoso, Jorge Chávez Peralta y los extintos Eduardo Quiroz y Justo Peláez, entre otros.
Esos hombres y mujeres que hacen periodismo hoy, con algunas limitaciones, han entendido que su labor es más importante de la que ellos se imaginaron. Han comprendido su rol social y su labor educadora. Ahora solo queda esperar que las largas discusiones de viernes y sábados se pongan en práctica y empecemos a reeducar a los consumidores de información escrita, hablada y audiovisual.
Traté de ser tan exigente como me lo enseñaron esos hombres que se ganaron su prestigio con lealtad a su profesión y respeto a la sociedad, trasmití un mensaje de modernidad en las comunicaciones que hoy por hoy se abren campo en los multimedios, traté de visionar un mundo que para muchos nada puede significar. Entendieron la importancia de la radio como medio de masiva llegada y el valor de cada palabra que en sus ondas se extiende.
Hoy a pocas horas de entregar cada informe sobre esa labor encomendada, pasan por mi mente cada rostro de los colegas que me ayudaron a crecer, de los que no dudaron en confiar en mí, un joven soñador que pretende cambiar algún día la imagen de nuestra profesión, para que no solo sea respetada, sino que se ubique en el orden de importancia que le corresponde y sea ejercida solo por los que deben ejercerla: periodistas profesionales.
El paso de cada uno de ustedes por el camino hacia la profesionalización ha llegado a la mita, han logrado superar cada curso con dedicación, y estoy seguro que mi nombre no se olvidaran con facilidad, porque logré reunirlos en el día del periodista para seguir trabajando y cambiar algún día el concepto del periodista, que por ahora se aplica mal: Con deshonestidad y sin ética.
Permítanme agradecerles haber permitido compartir con ustedes no solo la experiencia (breve por los medios de prensa), sino también la academia que a diario me exige más, porque mi rol ya no solo es profesional, es ahora educacional. Espero pronto regresar a ese terreno donde ustedes a diario se enfrentan a la realidad. Creo que sin dudarlo diría, que han sido las clases más importantes de mi vida. Gracias primera promoción de profesionalización de CC.CC-UCV.
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