miércoles, 13 de junio de 2012

CARTA AL CORAZÓN.

CARTA AL CORAZÓN.
reflexiones en el día  de papá

Papá, hace cuánto tiempo que no me cantas la canción con la que reíamos siempre; por qué no tengo el tiempo para compartirlo contigo en las noches, como nos divertíamos antes. Papito, cuando cierro mis ojos ya no te veo, ni en mis sueños. Donde, dejaste tu alma de niño, ese niño que jugaba conmigo, que no dudaba en sentarse en el suelo para mirarme a los ojos y darme ese beso que siempre necesitaba de ti.

Papito, ya no tengo tus abrazos, ni tengo tus manos abrigándome en este invierno. Sabes que extraño, que me inventes un cuento, esos de hormigas y sapos, con los que soñábamos cuando estabas recostado en mi cama. Ya no me preparas mas el desayuno con el mismo amor y la misma sonrisa que viví hasta noviembre.

No me enseñas a jugar vóley, y nunca pudiste ayudarme a aprender a manejar bicicleta. Ahora que estas lejos de mi papito, no sabes cuánto te extraño, pero en mi corazoncito de niña, una sonrisa tuya siempre viaja por mí. Y cuando veo tu porte me emociono tanto y sonrío, pero no eres tú. Mamá dice que nunca olvide lo poco que recuerdo de ti, pero ella no me dice que más hiciste por mí.

Recuerdo mis primeros meses de vida, cuando dormía en tu pecho y me sentía muy protegida, ahora han pasado siete años y tengo miedo, porque ya no sé como eras tú. Cuando subíamos a los juegos  reías tanto, que me contagiaba esa alegría y esa fuerza para hacer como tú. Ahora no puedo imaginar si sonríes o no, porque no tengo en mi mente solo en mi corazón. Y es que el crecer sin ti, me ha hecho daño.

Mis amigas tienen un papá y una mamá, siempre van juntos al colegio. Yo quisiera vivir lo mismo, pero no puedo. He olvidado tantas cosas de ti, que siento que pronto dejaré de sentirte papito. Y cuando sea grande espero poder recordarte. Nunca me olvides tu papito, duerme con esa foto de nuestra familia, con la que siempre dormías. Y no dejes de pensar en mi, me lo prometiste alguna vez. Que tengas un buen día del papito este día, te lo dedico yo: tu hija.

Una noche, mi pequeña recibí tu carta al corazón, porque nuestros sueños son los mismos y nuestros espíritus nunca se extinguirán. Yo si recuerdo cada instante a tu lado. Cada momento de risa, tristeza y de enfado. Pero nunca olvidare esos ojitos brillosos del día de tu Adiós. Fue el día más doloroso. Ahora puedo saber que estas creciendo y en este día, no me sentiré solo, porque tu carta al corazón ha llegado y nunca se borrará de de mi mente.

Dios te cuide y te acompañe siempre por el camino correcto de la vida. Cuida tu apellido y tu imagen de dama. Lucha por lo que quieres y nunca hagas daño a las personas que como tú aun sueñan con un mundo mejor, como lo soñábamos los dos. Y recuerda que cada vez que cante un pajarito, será como mi risa, en una de esas tantas aventuras que vivieron nuestros corazones antes de noviembre.

No hay comentarios: