viernes, 20 de noviembre de 2009

CRONICAS DE AYER

CRONICAS DE AYER

Una esquina en 3 minutos.


No pasaban de las 3 y 40 de la tarde de un martes tibio en esta ciudad. El destartalado transporte público en que viajaba corría, pero corría por encima de los de 80 KPH en el segundo aro vial de Trujillo (la Av. América), ya estaba violando el reglamento de tránsito. Y nadie le decía nada. Los pasajeros tenían cara de sueño, otros la mirada perdida, y otro número escuchaban su música –esa que ya se hizo personal gracias a los mp3-.

Yo, como buen observador, sentí el aire frio que golpeaba los vidrios no templados de ese microbús numerado con los dígitos 117 y de placa de rodaje 1603. Entre y miraron a un extraño que con terno subía, aquí son pocos los que viajan así; en Lima los extraños son los que no usan terno en el transporte público y me senté en un buen lugar (en la última fila).

De pronto otro bus de la misma empresa Nuevo california, paso como un rayo. Los minutos habían traicionado al chofer y este culpaba al tránsito de su descuento; mientras que el cobrador con un pie listo para saltar y seguir corriendo no perdía de vista el famoso marcador. Y así fue, intentaron ganarle al tiempo, pero creo que este ya le había ganado una buena ventaja, porque siguieron como locos su recorrido. Hay Perú porque no te espiaron en el sistema de transporte público.

No pasó mucho tiempo y llegué a mi destino, con los pelos de punta (con punta que pelos), pero llegué. Un sol me costó el susto de subir a la” volada” y bajar de la misma manera con el temor de pisar mal y perder la vida. Como si a nosotros también nos gustara jugar con la muerte; una muerte que no avisa y que está en cualquier esquina donde los pasajeros bajan cada 10 metros, cada 3 minutos. Forzando al chofer a embragar de segunda a tercera, matando lentamente el motor que tiene primera pero que nunca se usa.

Fue un recorrido casi corto mas de 10 minutos, unas cuantas esquinas y todo por un sol. Ese sol que salió tardío, en una tarde gris llena de música sueño y miradas al vacío. (HAAV)

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