martes, 1 de diciembre de 2009

Las dos horas de César Hildebrant en la UCV.

Las dos horas de César Hildebrant en la UCV.

ALUMNOS DE COMUNICACIONES ESCUCHARON IMPORTANTE CONFERENCIA MAGISTRAL

Charla sobre independencia profesional y la entrevista periodística deleitó a alumnos, periodistas y público en general.

Desde su anunció muchos alumnos (inclusive de chimbote), ya se mostraban interesados, de todas las universidades y de diferentes facultades, separaban su cupo para la tan ansiada conferencia magistral. El interés fue tal, que hasta periodistas de Ascope y de Otuzco no querían perderse un minuto de la reunión. Y así fue, el ponente llegó puntual. El avión no se tardó y el cielo Trujillano no canceló ningún vuelo de la capital.

Pasaban las nueve de la mañana y el invitado ya estaba rumbo a su hotel. César Hildebrant había llegado. Era la primera vez que dictaba una conferencia de esta naturaleza en una universidad, era la primera vez que llegaba a la UCV Trujillo. Quería un poco de tranquilidad antes de conversar con los alumnos que solo esperaban que el reloj de las cinco de la tarde. Llegó el almuerzo en el Club Central y nuestro rector contaba de sus viajes y de sus amigos (todos ellos unos personajes), plática que alargó la sobre mesa.

Ambos habían trajinado las mismas ciudades, calles y demás esquinas, empatizaron desde que nuestro Rector Orbegoso le dijo que en su tesis doctoral había un capítulo dedicado a la independencia periodística que Hildebrant defendía y que hoy sustentaría para otro público que no lo vería por la “tele”, sino que compartiría con él dos horas de disertación. Ya estábamos cerca de las 17 horas, solo minutos nos separaban y comenzamos a corres contra el poco tiempo que le quedaba, Hildebrant ya quería estar en el auditorio.

Llegamos al auditorio Héctor Acuña Cabrera, en la sala VIP, nuestras autoridades académicas lo esperaban. Hildebrant se acercaba a cada uno de ellos y saludaba con cautela, parecía que su puntualidad le decía que las cinco de la tarde ya habían pasado hace 15 minutos y se sentiría mejor frente al auditorio que ya aplaudía su presencia.

No recuerdo por cuantos minutos y cuantas veces lo ovacionaron, ni las veces que el auditorio se puso de pie para agradecerle su tiempo, su experiencia, su mensaje. Pero si recuerdo que todos disfrutaron de una conferencia que no estaba enmarcada en nada. Fue simple, original, precisa, directa, y hasta diferente por el diálogo que se logró establecer entre él y los estudiantes.

El decano de la Facultad de comunicaciones de la UCV, Dennis Vargas Marín, tiene algo que ver en todo esto, si pues el logró pactar esta reunión académica y el Director de Escuela de CC.CC de Trujillo, Horacio Alva Villarreal y su equipo de trabajo sumaron para que el éxito esté presente al final de la conferencia, que termino con autógrafos, fotos, calurosos saludos y mensajes de agradecimiento. Cesar Hildebrant salió contento, cansado pero satisfecho. Las preguntas que se le hicieron lleno sus expectativas, tanto así que felicitó a los alumnos de comunicaciones para no vender su independencia.

Faltaban pocas horas para que el vuelo lo regrese a Lima; una cena con toque italiano y una sola foto fue el punto de partida del periodista que fue despedido de todos los trabajos en televisión que pudo producir, tan solo por defender su independencia. Y así se fue con ese mismo mensaje, entre la fortaleza y las canas que ya lo cansan, pero con el espíritu que le dice “vamos César, aun debes seguir buscando empleo”.Un formal apretón de manos y una frase educada de despedida, sonaban en el aeropuerto; sonreía y decía: “vamos Vargas”, el decano también estaba cansado pero satisfecho porque todo salió bien, dentro de lo que el público demostraría.

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