miércoles, 17 de febrero de 2010

¿QUÉ NOS ENSEÑAN LOS PROCESOS DE AUTOEVALUACIÓN?

¿QUÉ NOS ENSEÑAN LOS PROCESOS DE AUTOEVALUACIÓN?
José Huamán Delgado
Jhuaman@ucv.edu.pe

El año 2009 marca el inicio de la Autoevaluación de las carreras universitarias de educación, tanto públicas como privadas. En efecto, el 13 de enero de ese año, el CONEAU publicó, oficialmente, el Modelo de Calidad para las Carreras de Educación.


Por su parte, las facultades de educación mostraron dos tendencias al respecto: Unas manifestaron su intención de adecuarse a dicho modelo, incluso, sin conocer sus fundamentos y sus alcances; otras, mayormente, nacionales, formularon observaciones, no para oponerse al proceso de autoevaluación, sino para mejorar el Modelo; esta reacción fue tardía porque, según voceros del CONEAU, los decanos habían participado en la elaboración del modelo. Hasta donde se conoce, un buen número de facultades cumplieron con presentar su Informe de Autoevaluación el 13 de enero de este año, que fue la última fecha para la presentación de dicho documento.

La Autoevaluación es la primera etapa del proceso de Acreditación, que, entre nosotros, ha constituido una experiencia nueva, a diferencia de otros países, donde estos procesos forman parte de la cultura de las organizaciones.

En este contexto, la autoevaluación de las carreras de educación nos ha dejado muchas enseñanzas:

1. Debemos conocer y comprender la naturaleza del sistema educativo y de la calidad de la formación universitaria, para diferenciarlas de otras organizaciones empresariales que se dedican a fabricar bienes y ofrecer servicios no educativos. En efecto, las instituciones universitarias deben formar profesionales con alto coeficiente emocional (competencias emocionales), tal como lo exigen los mercados laborales: liderazgo, empatía, prospectivos, etc.

2. Comprensión analítica del Modelo de Calidad, propuesto por el CONEAU, cuya base es la teoría de sistemas, donde los elementos de entrada, proceso y salida deben articularse para el cumplimento de metas, previamente establecidas. Además, se debe conocer aspectos básicos de las normas ISO 9001-2008, que están consideradas como soportes del Modelo. Esto constituye un reto, porque las normas ISO, siempre las han utilizado para certificar la calidad de los procedimientos de la gestión, cuya tendencia es universalizar los procedimientos y los documentos que sustentan la gestión.

Entonces, se debe emprender la tarea de adecuar las normas ISO a la educación. Pues, los nuevos enfoques pedagógicos se orientan a fortalecer la creatividad, la innovación, el aprendizaje autónomo, etc. que, por lo general, escapan al rigor lógico.

Desde esta perspectiva, es importante que tanto el CONEAU como las universidades coordinen acciones de capacitación, toda vez que se inicia un proceso nuevo, de enorme trascendencia para el futuro de las universidades. Pues, estos procesos, en todo el mundo no buscan imponer sanciones sino apoyar para que las instituciones evaluadas eleven sus estándares de calidad.

3. Tanto los informantes: docentes, alumnos, personal administrativo, grupos de interés (empleadores), como los que tienen la responsabilidad de analizar las informaciones recopiladas (comités internos de cada carrera profesional) actúen con honestidad e idoneidad. Lo peor que le puede ocurrir a una institución evaluada es deformar la información, supuestamente, para quedar bien con los directivos. Las comisiones de evaluación externa, que analizarán los informes de autoevaluación, pueden identificar estas tendencias negativas. Es mejor reconocer las debilidades y proponer planes de mejora para superar las deficiencias.

4. El desarrollo de los procesos de autoevaluación exigen trabajo en equipo. Es decir, propicia el aprendizaje colaborativo, donde los miembros del equipo se comprometen a cumplir metas concretas. En esta estrategia de trabajo no se puede imponer puntos de vista, sino consensuar mediante la argumentación. Lógicamente, quien tiene experiencia en estos procesos y posee información estará en condiciones de esbozar argumentos más sólidos. Esto, sin duda, exige capacitación previa. La improvisación, en estos casos, es mala consejera.

5. El CONEAU ha expresado que si bien el Modelo de Calidad exige que las carreras universitarias tengan un sistema de gestión de la calidad, en ningún momento ha obligado a seleccionar las normas ISO, como único modelo de calidad. Existen otros modelos, que tienen en cuenta factores como el liderazgo, el clima institucional, mientras que el ISO se preocupa por documentar los procedimientos.

Ahora, nos damos cuenta que la aplicación de las normas ISO en educación exige, al mismo tiempo la participación de auditores internos y externos, cuya función sería verificar si los comités internos tienen o no la documentación que sustente a cada procedimiento. Nos parece que los comités internos requieren apoyo para elaborar los documentos que el modelo exige. Esta función la pueden cumplir los encargados de realizar procesos de seguimiento, quienes como evaluadores apoyan, orientan, en vez de cumplir el papel de burócratas.

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