jueves, 12 de febrero de 2009

De PERIODISTA a “periodista”. (Parte III)

De PERIODISTA a “periodista”. (Parte III)
Relato con pinceladas de verdad, en un mundo globalizado, donde el periodismo trujillano cobra sus favores con chantajes, mentiras y amenazas y con PUBLICIDAD.

Muchos pueden entender que en estas líneas descargo cierta ira contra los que hacen daño a mi profesión, puede ser cierto o simplemente puede ser un llamado a la reflexión. En esta vida, se paga todo dicen las aferradas a la religión cristiana y que solo van al cielo los buenos; pero este es el verdadero purgatorio afirman los que creen a medias; y los viejos dicen que es un verdadero infierno vivir entre chantajes, mentiras y amenazas. Y me pregunto ¿Cómo es entonces nuestra sociedad?. Respóndanse cada uno de ustedes.

Lo real es que en este libertinaje empresarial y desordenado movimiento de los medios de comunicación (especialmente los hablados, seguidos de los audiovisuales), ha permitido que propios y extraños debiliten la poca credibilidad que los PERIODISTAS, trataron de rescatar después de una década negra, llena de sobres con dinero durante el fujimorato. Si se avanzaba un paso con moral, los otros periodistas nos hacían retroceder 20 pasos porque su interés era otro y su consigna era hacer dinero.

No quiero culpar solo a los periodistas, también entiendo que los PERIODISTAS fueron débiles de carácter y obviamente la sagrada sociedad en la que nos movemos, aceptó pasivamente los mensajes podridos de estos oportunistas que se aprovecharon de la acefalia en la que el gremio profesional periodístico vive aún, y del desinterés de cuanto dueño de radio o de señal de tv, en exigir calidad antes que cantidad. Claro si paga no hay problema verdad, mas importa que ingrese dinero a que salgan mensajes analíticos y propuestas de discusión para mejorar la calidad de conocimiento de nuestra sagrada sociedad.

Esa sociedad que se mezcla a diario con jovencitos locales y foráneos, que solo piensan en beber y tener sexo con cuanta chica se les ponga encima, o simplemente drogarse fuera de casa, mientras que los ingenuos padres envían remezas de dinero mensual. En esta sociedad donde las jovencitas también locales y foráneas, buscan escapar de sus padres, porque el mundo es liberal y esta lleno de sexo, alcohol, drogas y tatoos. Eso vende y si vende hay ingresos, es la consigna de dueños de señales de radio y tv, si les doy “basura”, sus cerebros aprenderán y aceptaran a vivir entre “basura”. Al final los medios nunca cumplen con su rol.

Y de esto también viven los periodistas, cuando por unos cientos de soles alquilan espacios en radios y señales de televisión, para hacer los que nunca debieron: periodismo (el mas noble de los oficios como decían los antiguos moralistas). Ellos - los periodistas – entendieron que al cercarse a un micrófono o salir en la televisión, era para denunciar con el hígado a cuanto empresario, político o a cualquier otro, que simplemente no le cae en simpatía, sin las pruebas respectivas o en el peor de los de los casos sin darle oportunidad a presentar su descargo.

Muchos de esos periodistas, son políticos resentidos, políticos truncos, ex trabajadores del estado, choferes, vendedores de helados, zapateros entre otros, sin menospreciar los oficios mencionados. Y sin un concepto básico del periodismo como profesión, no se podrán ordenar las ideas y se logrará separar lo afectivo de la razón; lo lógico de lo ilógico; el resentimiento de la verdad, y así seguiríamos líneas de líneas. Entonces cuando eso no se maneja, simplemente aparecen los mensajes simples cargados de algo menos de contenido. Algo que propuse en textos anteriores. Exijamos mensajes pero con contenido.

Cuando la sociedad deje de consumir chantajes, mentiras y amenazas, por los medios locales, podremos decir que hemos dado el primer paso. Así esos periodistas entenderán que ya nadie los ve, los lee ni los escucha, y deberán cambian su estilo en el manejo y difusión de la información, la misma que debe estar sustentada y enmarcada de los principios básicos de la honestidad. También debe aportar a un sano debate que permita ampliar nuestros propios conocimientos en temas específicos o genéricos. Y si logramos eso, ya hemos dado el segundo paso.

Si eso se logra, los PERIODISTAS ya no escaparán a su verdadero rol, y deberán exigir a los dueños de medios calidad para trabajar con calidad, porque solo así lograremos cambiar la sociedad, esa sociedad en la que a diario se vive de rumores, de chismes, de chantajes y mentiras. Ahora comprenderán porque esos periodistas tienen aceptación. Entonces despertemos y dejemos de hablar. Comencemos a trabajar. Que los gremios periodísticos logren concertaciones, busquen capacitaciones, expulsen a los elementos negativos y exijan a la sociedad que denuncien a los malos elementos.

Parece otro sueño, pero estoy seguro que se puede cumplir si es que los “dueños” entienden que no se deben “casar” con nadie ni vender su línea editorial al mejor postor que compre publicidad en su empresa.


Alviho 12-02.09

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