viernes, 13 de febrero de 2009

De PERIODISTA a “periodista”. (Parte IV)

De PERIODISTA a “periodista”. (Parte IV)
Relato con pinceladas de verdad, en un mundo globalizado, donde el periodismo trujillano cobra sus favores con chantajes, mentiras y amenazas y con PUBLICIDAD.

Creo que he logrado cansar a algunos de los lectores con este delicado tema, por eso creo que este será el punto final de una idea que espero tenga el rebote necesario en los futuros profesionales de las ciencias de la comunicación, y en especial de aquellos que se aventuren en el ingrato “mundillo” del periodismo que se desarrolla en Trujillo.

Pero bueno al punto. La publicidad se ha convertido en el bocado mas preciado de los periodistas que sobreviven peseteándose a cuanto profesional, político o empresa pueda anunciar en sus “programas”, revistas que a duras penas son escuchados, leídos o vistos por algunos incautos ciudadanos. De esta manera el que hace o dice hacer prensa, se convierte más en un vendedor de publicidad que en un referente de opinión.

Estas acciones se han convertido ahora tan comunes, que muchos sin descaro dicen que irán a la conferencia de prensa de tal institución bancaria para dejar su sobre con los precios por “spot”, y si no los apoyan “destaparan” los hechos ocultos y tenebrosos de las organizadoras de las conferencias de prensa. Cuando eso escuchaba, me llenaba de rabia y agradecía por no estar en esa vereda gracias a la formación de mis padres y a mis propias convicciones. Lo que aprendí en la universidad también sirvió.

Es necesario marcar distancia de aquellos hombres y mujeres, que pese a tener un programa o una revista o algo que funcione como medio de información, han sabido manejar: publicidad sin coacción y periodismo si presión, hasta el momento. Por ellos me asco el sombrero y siempre pido que no claudiquen en esa labor, porque ya son un ejemplo y un referente para mis alumnos en formación.

Ante todo esto, debemos hacer un alto y mirar desde el inicio del periodismo nacional y saber que tipo de tentáculo llegó al periodismo trujillano, para plantearnos metas comunes por el bien de nuestra colectividad. Recuperemos el renombre de ciudad culta, no solo por la cantidad de universidades que aquí existen, ni por los colegios particulares que aparecen como pulgas en panza de perro, ni por los institutos que aparecen y cambian de rubro cada año. Busquemos que nuestra norteña ciudad, siga considerada como culta por la capacidad de análisis de su gente y por el profesionalismo de sus líderes de opinión.

Eso lo lograremos solo cuando desterremos a esos periodistas que viven de la publicidad, como mera acción mercantil, que tienen la aceptación de dueños de empresas con características comunicacionales. Y llamamos también a las empresas ligadas al dinero, instituciones del estado y privadas que comiencen a purgar las listas de invitados a sus conferencias, y por último dejen de ofrecer comida o bebidas a los PERIODISTAS y periodistas, porque contribuyen a la deformación del concepto del periodista.

Nunca olviden que un profesional del periodismo, cubre las actividades institucionales solo si tienen la importancia y el valor periodístico que permita su publicación. No figuremos o llenes salas de prensa con perro, pericote y gato, exijamos especialización y obviamente calidad en el manejo de la información.



Alviho 13-02.09

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