sábado, 12 de enero de 2013

“ESPACIO PARA LA MEMORIA” MANCILLADO

“ESPACIO PARA LA MEMORIA” MANCILLADO

Sigifredo Orbegoso V.

Dando una vuelta de fin de año por Brasil y Paraguay, fuimos a dar a Asunción a donde llegan algunos canales de TV argentinos. Una noche, en un conocido programa político se entrevistaba a dos líderes izquierdistas, uno de los cuales había estado 14 años en la cárcel. El tema – mejor dicho el escándalo que se comentaba – no podía ser menos reprobable: se trataba de que había sido autorizado por el Ministerio de Justicia para que realizaran, al parecer unos burócratas, un “Asadito y un brindis” con motivo del nuevo año, nada menos que en el “Espacio o Museo para la Memoria”. Como se sabe, en la Argentina con dicho nombre se conoce a la ex Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA) que durante la sangrienta dictadura de 1976-83 convirtió dicha institución en lo que se conoció como “Centro clandestino de Detención, Tortura y Exterminio”, en donde se recluía a todos los secuestrados por los Servicios de Inteligencia nacionales para los efectos que se resume en su macabro nombre.

En este lugar se cometieron con detenidos subversivos, familiares y amigos, muchos de ellos inocentes, los más inimaginables actos de sadismo que han sido narrados por sobrevivientes y por los mismos asesinos en los procesos judiciales, ya sean agentes o altos jefes de la Marina como el tristemente célebre almirante Eduardo Massera. Muchas detenidas embarazadas dieron a luz en el presidio, pero luego fueron separadas de sus vástagos quienes eran “donados” a personal militar que necesitaban hijos y a ellas los embarcaban en “los vuelos de la muerte” que significaba ser arrojadas al mar.

Pero cuando por alguna razón no podían desaparecerlos(as) entonces la víctima era calcinada. Los internos, cuando tomaban conocimiento del hecho, en la irónica jerga presidiaria, hablaban con pena que “había un nuevo “asadito” para referirse al compañero incinerado”. Término que como todos saben en los países del sur, “asado” en su gastronomía es el plato más conocido. De modo que hacer una recepción con un “asadito” en el que fuera un tenebroso lugar donde se asaban a las personas, era peor que “mencionar la soga en la casa del ahorcado”. Como en el Perú hacer una parrillada o una “pachamanca” en los hornos y cementerios del Cuartel de los Cabitos de Ayacucho.

Sin embargo el despropósito no queda allí. Se trata de una absoluta falta de respeto realizar una fiesta en un lugar cívicamente sacro dedicado a venerar la memoria de los que fueron horrendamente ajusticiados por una dictadura cruel y sanguinaria. Dictadura que eligió como forma de represión al “Terrorismo de Estado” o “Guerra Sucia” donde no se juzgaba a nadie sino se los eliminaba sin más trámite por verdugos uniformados que obedecían órdenes de Videla y demás Jefes golpistas. Tal como ocurrió en el Perú, aunque a diferencia de Argentina, aquí tozudamente hay quienes se niegan a reconocer que hubo “Crímenes de Guerra” cometidos muchos impunemente por las FF.AA. y Policiales. Ahora en Bs. As. la renuncia del Ministro de Justicia parece ser inminente.



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