Uno siempre lee, informaciones impresas en los periódicos, noticias negativas o amarillas, o mejor como dicen los periodistas: “noticias que venden”. Y a éstas acciones siempre les busqué el grado de su compromiso y responsabilidad social; qué causamos en el lector, cómo afectamos su carácter y su pensamiento. No es una simple cuestión educativa todo esto, es una situación de compromiso social, de responsabilidad, pero cuando ésta no existe, simplemente no hay conciencia.
Anotaba el autor de mi apreciación crítica, Dr. Pedro Díaz Camacho, que esta inconciencia informativa se produce a mayor nivel en el sector salud. Los medios de llegada masiva contribuyen a que el público siga inmerso en su mundo ideal, que siempre será irreal. Y lo demostró de la siguiente manera. Los hospitales atienden los casos de emergencia, con tecnología (si la tienen), con medicamentos y con horas hombre. Pero como su nombre lo dice, es para emergencias; y cual es el concepto de emergencia desde la óptima médica: cuando la vida del ser humano está realmente en peligro.
Bien, pero ahí no termina el análisis, sucede que los medios de comunicación se prestan o simplemente se dejan atrapar por la supuesta “urgencia” del paciente. Desinformando o simplemente desorientando al lector, creando reacciones negativas hacia una institución (los hospitales), que ya adolece de muchos problemas de gestión y políticas de trabajo, dentro de la política de gobierno. Y que hemos planteado los comunicadores sociales, lean bien “sociales”, para detener este proceso de desinformación o irresponsabilidad comunicativa. Simplemente nada.
Los periodistas están presentes siempre cuando el paciente se queja por que no se atendió a tiempo o porque simplemente nunca se atendió. Ahora debemos plantear una interrogante: Cómo contrastan ellos (los periodistas), que el dato que el quejoso le dio. Creo que no lo hacen y simplemente se limitan a publicar lo sensacional del caso, más no el verdadero fondo del caso. Anotaba el exacto galeno, que en el hospital donde trabaja, atendieron más de 280 casos de dengue; pero solo 40 fueron hemorrágicos. Dígame usted de estos casos cuáles debió tratar el hospital y cuáles no?. La respuesta real la sabemos. Sólo los 40 casos de dengue hemorrágico.
Pero los medios solo informaron de los casos, y no de las verdaderas urgencias. El hecho de atender a 240 pacientes que no necesitaban una “atención de urgencia”, perjudicó a los que si eran de emergencia, porque hicieron que el hospital dedicara hora hombre (médico especialista), herramientas y tecnología así como medicina. Y al respecto los medios y sus ejecutores (periodistas), cumplieron con su rol de agentes informativos, se proyectaron socialmente e iniciaron una campaña de concientización del uso de los recursos hospitalarios en nuestra ciudad, no. “Eso no vende”.
No con esto quiero eximir de las responsabilidades a los galenos inconcientes, ni fríos, ni calculadores. Si no por el contrario, pretendo despertar una actitud crítica frente a este problema, que yo mismo entendí de su verdadera magnitud. La responsabilidad entonces es compartida, comunicadores y galenos debemos cumplir no solo el rol informativo, sino también ilustrativo, en el mejor de los casos educativos.
Hacía referencia también el Dr. Díaz C., que emergencia del hospital Belén, recibe y atiende (por temor a los medios) casos de gripe común en menores y por emergencia, Cuando eso realmente no es una EMERGENCIA. Se imagina usted leer las portadas de los diarios señalando a los hospitales que no atienden a los niños. Sería un escándalo verdad. Y si en los hospitales se dejara de lado la cuestión partidaria y se aplicara una gestión comunicativa, los primeros agentes informantes (los promotores de la buena salud), tendrían la oportunidad de elevarían su calidad en la atención de los hospitales, porque atenderían a los que verdaderamente necesitan de una ayuda médica.
Puede sonar medio complicado peo no lo es, las acciones de los medios son mas influenciantes en los sensibles y maltrechos públicos que nunca entendieron que las emergencias son para atender a personas que necesitan una atención de emergencia. Y tampoco es fácil hacer entender a los médicos que los hospitales son para atender a los públicos que necesitan de su ayuda, y no los consultorios las clínicas de esos médicos a donde siempre son derivados estos pacientes.
Espero no herir ni agredir a nadie, mucho menos desatar polémica, pero si me gustaría crear una conciencia crítica, que beneficie a medios y hospitales. Gracias por su lectura. Espero su comentario.
Anotaba el autor de mi apreciación crítica, Dr. Pedro Díaz Camacho, que esta inconciencia informativa se produce a mayor nivel en el sector salud. Los medios de llegada masiva contribuyen a que el público siga inmerso en su mundo ideal, que siempre será irreal. Y lo demostró de la siguiente manera. Los hospitales atienden los casos de emergencia, con tecnología (si la tienen), con medicamentos y con horas hombre. Pero como su nombre lo dice, es para emergencias; y cual es el concepto de emergencia desde la óptima médica: cuando la vida del ser humano está realmente en peligro.
Bien, pero ahí no termina el análisis, sucede que los medios de comunicación se prestan o simplemente se dejan atrapar por la supuesta “urgencia” del paciente. Desinformando o simplemente desorientando al lector, creando reacciones negativas hacia una institución (los hospitales), que ya adolece de muchos problemas de gestión y políticas de trabajo, dentro de la política de gobierno. Y que hemos planteado los comunicadores sociales, lean bien “sociales”, para detener este proceso de desinformación o irresponsabilidad comunicativa. Simplemente nada.
Los periodistas están presentes siempre cuando el paciente se queja por que no se atendió a tiempo o porque simplemente nunca se atendió. Ahora debemos plantear una interrogante: Cómo contrastan ellos (los periodistas), que el dato que el quejoso le dio. Creo que no lo hacen y simplemente se limitan a publicar lo sensacional del caso, más no el verdadero fondo del caso. Anotaba el exacto galeno, que en el hospital donde trabaja, atendieron más de 280 casos de dengue; pero solo 40 fueron hemorrágicos. Dígame usted de estos casos cuáles debió tratar el hospital y cuáles no?. La respuesta real la sabemos. Sólo los 40 casos de dengue hemorrágico.
Pero los medios solo informaron de los casos, y no de las verdaderas urgencias. El hecho de atender a 240 pacientes que no necesitaban una “atención de urgencia”, perjudicó a los que si eran de emergencia, porque hicieron que el hospital dedicara hora hombre (médico especialista), herramientas y tecnología así como medicina. Y al respecto los medios y sus ejecutores (periodistas), cumplieron con su rol de agentes informativos, se proyectaron socialmente e iniciaron una campaña de concientización del uso de los recursos hospitalarios en nuestra ciudad, no. “Eso no vende”.
No con esto quiero eximir de las responsabilidades a los galenos inconcientes, ni fríos, ni calculadores. Si no por el contrario, pretendo despertar una actitud crítica frente a este problema, que yo mismo entendí de su verdadera magnitud. La responsabilidad entonces es compartida, comunicadores y galenos debemos cumplir no solo el rol informativo, sino también ilustrativo, en el mejor de los casos educativos.
Hacía referencia también el Dr. Díaz C., que emergencia del hospital Belén, recibe y atiende (por temor a los medios) casos de gripe común en menores y por emergencia, Cuando eso realmente no es una EMERGENCIA. Se imagina usted leer las portadas de los diarios señalando a los hospitales que no atienden a los niños. Sería un escándalo verdad. Y si en los hospitales se dejara de lado la cuestión partidaria y se aplicara una gestión comunicativa, los primeros agentes informantes (los promotores de la buena salud), tendrían la oportunidad de elevarían su calidad en la atención de los hospitales, porque atenderían a los que verdaderamente necesitan de una ayuda médica.
Puede sonar medio complicado peo no lo es, las acciones de los medios son mas influenciantes en los sensibles y maltrechos públicos que nunca entendieron que las emergencias son para atender a personas que necesitan una atención de emergencia. Y tampoco es fácil hacer entender a los médicos que los hospitales son para atender a los públicos que necesitan de su ayuda, y no los consultorios las clínicas de esos médicos a donde siempre son derivados estos pacientes.
Espero no herir ni agredir a nadie, mucho menos desatar polémica, pero si me gustaría crear una conciencia crítica, que beneficie a medios y hospitales. Gracias por su lectura. Espero su comentario.
PC. Horacio Alva Villarreal
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