miércoles, 9 de abril de 2008

SARDINAS “HUMANAS”…

SUBE, SUBE, LLEVA, LLEVA, VAMOS!!!!!

Son muchas y clásicas las frases de los “cobradores” de un decrépito sistema de transporte público que muere lentamente. Quién no se acomodó “al fondo” o simplemente cuando sube al micro lo hace a la “volada”, y si tienes suerte llegas a subir de lo contrario te conviertes en estadística de los miles de casos de muertes y heridos por imprudencia en este sector. El transporte público.

Olores fétidos, cuerpos apretados en un jean, mil groserías por segundo y sobre todo maltrato, mucho maltrato. Somos pocos los que protestamos o los que siempre andamos a la defensiva, y también somos muchos los que callamos. Por ignorancia o por temor. Pero callamos. Es una odisea subir, viajar y sobre todo bajar de un micro bus, cualquiera que sea la empresa o su recorrido. Y las autoridades?

Pero al punto, las cosas no son tan negativas porque dentro del “sardinero”(o sea el micro), pasan cosas graciosas, anecdóticas e importantes. Los enamorados que se besan como si estuvieran en su auto cadilac 2008, con su chofer, esos son lo que no les importa nada. O los caballerosos que cuando ven a una joven bien “hecha” le ceden el asiento y cuando ven a una señora cincuentona, se hacen los ciegos. Están también los sordos, esos que suben con sus audífonos y su mp3 de marca “chan”(marca chancho), a todo volumen y se esconden en su bulla.

Como no mencionar a los “pitucos de quinta”, esos que suben bien oloreados y evitan que otros pasajeros los toquen porque se les va el perfume o se les ensucia la ropa; esos nunca faltarán en un micro. Los que ya no veo son los que sufren demasiado (ex adictos), y tienen muchos problemas; esos que cantan y piden dinero o simplemente te venden caramelos. Se habrán dado cuenta ya que los que viajamos en un miro es por necesidad y no por ahorrativos!

Ah, somos unas sardinas cuando salimos del trabajo o de la universidad, a luchar por subir y luchar por bajar así se mueven en Trujillo esos sectores productivos y estudiantiles. Cuando las cosas no salen mal en el día, tenemos una suerte porque siempre nos encontramos a un cobrador malcriado y a un chofer irritado; pobre de él sentado más de 10 horas en un lugar cerca al motor, seguro sus “hemorroides” se inflaman muy seguido.

Y los cobradores, sucios, desalineados, están ahí para ponerle algo de sabor a la aventura: pasajes completo… y todos sacan sus 50 centavos, o 70 centavos. Son pocos los que pagan con un sol, sólo esos pagan completo. Y eso que no contamos las cachetadas que le dan al nuestro castellano, a nuestra sintaxis y a nuestros verbos, creo que García Marques estaría contento en un bus con ellos, ya que hacen lo que él dice: escriban y hablen como puedan.

Me olvidaba, de las cerezas que culminan este “pastel de sardinas”, loc choros. Esos que suben sin cosas y bajan con mochilas, cuadernos, lapiceros, relojes, celulares, borradores, correctores y no que más sacan de las despistadas víctimas. Asi que si quieres miran lo que te conté: SUBE, SUBE, nomás, al fondo hay sitio. LLEVA, LLEVA, VAMOS!!!!!

PC. Horacio Alva Villarreal.

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