lunes, 14 de abril de 2008

RADIOS: MENSAJES SIN CONTENIDO.

No me alegra haber pasado 14 años en un medio periodístico radial, pero si me reconforta el saber que algo pude aprender ahí. Siempre creí que la noticia era más que un hecho sangriento o una denuncia fuerte contra alguien que esta en la cima política o en el poder. Comprendí que radio es más que mensaje, es más que una simple noticia o un comentario. Radio: es contenido.

Cuando narraba desde un envío en directo, o cuando leía desde cabina, me sentía tan vacío, porque hacía algo que sólo era repetitivo y siempre permanente; pero lo llegué a adaptar y lo denominé “esquema” o “estructura”. Ese era mi punto de partida. Luego las noticias tenían diferentes entradas pero seguían siendo más de lo mismo: Nada, huecas y vacías. A diario contaba las anécdotas que siempre sufría para obtenerlas, pero solo en un minuto debía contarlas. Siempre frías.

Es tarde ya, pero nunca debí dejar de narrar una noticia como historia; sentía un espíritu de vida en cada una de las cosas que pasaban que me sentía el dueño del momento, y de pronto la realidad acechaba. El lado comercial de este negocio te marcaba una vez más la pauta, la guía y la estructura a seguir. Imaginé que en las narraciones las ideas si pudieron ser libres o por lo menos encausadas, pero nunca pasó. Mucho golpeaba al poder y tampoco podía conversar mucho con éste porque parecía coqueteo y acecho para mis detractores.

En 14 años descubrí porqué me nació esta pasión; del porqué apuesto a la conversación, como una estrategia comunicativa que las radios ya no cuentan ni desarrollan. Ahora que puedo oír las radios como simple “oyente” le doy el crédito a los estudiosos de este medio, que dicen que la radio tiene un gran poder: construir o destruir. Así suena “La Radio”. Y me preguntaba también si los públicos piensan lo mismo que yo, o simplemente son “oidores” eternos que nunca se darán cuenta de lo que suena a su alrededor.

No seré un seguidor de las radios comunitarias, ni de las radios educativas, pero si un apasionado de las radios conversacionales y participativas, donde el oyente es la estructura de la noticia, del informe, del especial. De la conversación. Espero que así lo entiendan los seres parlantes por radio, los lanza barro con ventilador desde un micrófono, o los descabellados que solo buscan dinero, e inclusive están los delincuentes y mercenarios que desmerecen la actividad y afirman mi concepto. MENSAJES SIN CONTENIDO.

A ellos no llamo a la reflexión, porque sé que nunca lo harán. Solo me atrevo a mirar a los ojos a aquellos manipuladores de mensajes vacíos para decirles con mi dedo en “off” de la radio que no quiero mas “basura auditiva”, y levanto la cabeza por aquellos comunicadores que se esmeran y esfuerzan en luchar contra esos “mercenarios del habla”, proponiendo discursos, análisis y mensajes con contenido desde sus trincheras casi limpias.

Ahora entiendo porqué me gusta la radio; hay un vacío en el mensaje y sobre todo en el concepto de radiodifusión. Mi hora está por iniciar y de seguro que haré lo que les acabo de contar, loco o soñador me dirán, pero estoy convencido que con solo conversar lograré más de lo que nadie puedo lograr: dar mensajes con contenidos.

PC. Horacio Alva Villarreal.

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