domingo, 20 de abril de 2008

Los ciclos de un hombre no siempre son ilimitados, también tienen un FIN.

He podido contar mis más de 32 programas en la pantalla chica (la tele), y en un campo que estaba lejos de mi profesión, política pura. Como sabrán mi trabajo periodístico fue lo que me ayudó a formar mi carácter, mi temperamento, por lo tanto le debía mucho respeto al periodismo. Ahora siento que no le falte el respeto, pero que tampoco le hice bien a mis años de periodista. Sólo espero que la tele audiencia entienda lo que pasa por la cabeza de un periodista cuando ya no hace periodista, por eso decidí hacer ese programa desde agosto del 2007.

La hora del alcalde (que se emite por canal 15 Trujillo), me permitió conocer más de cerca una realidad política en la que yo solo figuraba como “fiscalizador”, y sobre todo la realidad de nuestros medios audiovisuales locales. Cuando mis profesores decían que hay diferencias entre limeños y trujillanos del mundo de la “tele”, yo creía que no y lo sigo creyendo. Porque tenemos lo que lima no tiene, una cultura viva.

Esa misma cultura me permitió adentrarme en los corazones de los escasos televidentes simpatizantes del partido de gobierno municipal, y ganarme un poquito de su respeto. Ahora ya fuera de ese terreno, tengo sentimientos encontrados, porque en mi último programa pensé que por cortesía los que manejan un “medio de información”, se acercarían y agradecerían por lo bueno o dedicado del trabajo realizado.

Ahora entiendo la otra parte de la frase: el periodismo te endiosa, o te lanza contra el piso (te contrasuelea como dirían los chicos de hoy). Pero además comprendí que la vida te da ciclos, y a mis escasos 33 años, he terminado con dos de ellos. El hacer periodismo informativo radial y conducir un programa con corte partidario en un canal de televisión. No debo olvidar la responsabilidad que aún debo completar como un tercer ciclo de mi vida: el ser docente universitario.

Pero lo que si he comprendido que mi único ciclo de vida que no tiene fin es el ser padre. Eso es para toda la existencia. Mi existencia. No es nostalgia ni remordimiento, es simplemente un sentimiento de comunicador que tendrá más tiempo para seguir leyendo, conversando y sobre todo riendo. Como parte de mi simpática historia, debo confesar que he tenido otros ciclos también. El de narrador deportivo por TV, comentarista radial, responsable del bloque deportivo en Cristal TV, redactor de revistas y revistitas; y ahora con un blog donde pueda publicar notas como esta.

Se que la televisión también da revanchas, así que cuando me toque estar otra vez frente a muchos televidentes, les ofreceré una mejor oferta periodística, esa que se merecen, donde sus ideas puedan encontrar ese punto de razonamiento que haga que su mundo cambie radicalmente. Sacándolos de su pasividad expectante para colocarlos en el espacio tiempo de una realidad actuante. Porque eso deben hacer los periodistas.

Se que por ahora descansarán de un rostro no conocido, pero escuchado de nombre. Eso no cortará las ideas que siempre llenan mi cabeza y que los nuevos agentes de la comunicación social harán realidad. Solo me queda agradecer una vez mas a todos los que veían el programa para participar, y agradecer a los que estaban a al expectativa de los errores del conductor o del operador. Gracias también a los que se sentían obligados a participar. Pueden seguir escuchando de mi, a través de la http://www.ucvradio.com/. Gracias
PC. Horacio Alva Villarreal

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