martes, 29 de abril de 2008

Nostalgias en el día del Trabajo Peruano

Recuerdo con nostalgia, que por estas fechas un familiar cercano, fue asesinado por sus amigos y por su propio compadre. Antes las empresas grandes entregaban una gratificación y un sueldo por el día del trabajador, tener ese dinero en el bolsillo le costó la muerte. Han pasado muchos años y los asesinos nunca purgaron pena de cárcel. Sus abogados leales al sistema, lo impidieron.

Narrar este hecho me involucra a desarrollar un periodismo amarillista y sensacionalista, pero solo me limitaré a contarles que su cuerpo inerte fue encontrado desollado en la rivera de un río en la provincia de Ascope, La Libertad. Sus hijos, mis sobrinos, ya están muy grandes y siempre recuerdan a su padre como el deportista, el amigo, el hijo y el hermano.

Fue una costura la que dio con su identidad, la misma costura que su esposa hizo un día antes de que él saliera a trabajar, el último día de su vida. Como leerán es una fecha que me invita a respetar no solo el día del trabajador peruano, sino el día de la pérdida de un familiar cercano. De un ser humano, de un peruano, que nunca fue respaldado por las leyes, ni siquiera de muerto.

Es el momento de reflexionar, en todo, el sistema judicial, el sistema legal, el sistema social, y nuestra vida misma. Ahora por el trabajo hemos perdido contacto con nuestros hijos, con nuestros padres, con nuestros hermanos. Se hace mas acelerado el momento de la vida que llevamos, pero sabemos que no es vida.

Un saludo a los que trabajan para encaminar el futuro de sus hijos, para las madres que se esfuerzan con una trabajo no remunerado, pero un trabajo difícil , el criar a los hijos. A los buenos empresarios que no dudan en respetar los derechos de su personal y de quienes apuestan por un cambio radical en base al esfuerzo y dedicación de vida en el trabajo.

UNA ORACIÓN PARA OSCAR, UN SALUDO PARA LOS HOMBRES QUE INTEGRAN EL PEA, DEL PERU.
Horacio Alva Villarreal

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